Habréis visto cientos de fotos -prácticamente todas iguales- de las Cinque
Terre, habréis leído decenas de reportajes
en blogs y revistas de viajes, por lo que, posiblemente nada nuevo os podré
aportar, pero es que resulta difícil no compartir ese pedacito de costa italiana del
Mar de Liguria.
Desde
el año 1997, Portovenere, Cinque Terre y las Islas (Palmaria, Tino y Tinetto)
forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco. Un total de 4,689 hectáreas
de costa en el Mar de Liguria (provincia de La Spezia) de una gran belleza
paisajística.
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Vernazza |
El
mismo año, la UNESCO declaró también Patrimonio Mundial la Costa Amalfitana
(ver aquí) y por unas razones muy similares. Es cierto que las Cinque Terre
(igual que las ciudades de la Costa de Amalfi) llaman la atención por sus casas
de vivos colores que cuelgan en los acantilados produciendo un efecto espectacular,
pero no debemos olvidar que es el resultado de un gran esfuerzo de sus
habitantes que, a lo largo de los siglos, han sabido adaptarse a la naturaleza
y superar las dificultades en un terreno muy accidentado y agreste.
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Puesta de sol desde Vernazza |
Así se
justifica su inscripción en la lista del Patrimonio “como un sitio cultural de
valor excepcional, que representa la interacción armónica entre las personas y
la naturaleza para producir un paisaje de excepcional calidad escénica que
ilustra un modo de vida tradicional que ha existido durante miles de años y
sigue desempeñando un papel socioeconómico importante en la vida de la
comunidad”.
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Corniglia desde el mar
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Riomaggiore |
Visitamos
las Cinque Terre el pasado mes de marzo, aprovechando los días festivos de
Semana Santa y nos decidimos por recorrer los cinco pueblos y dejar para una
futura ocasión Portovenere y las Islas, ya que queríamos aprovechar el viaje
para ir a Lucca.
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Descansando en Manarola |
Como
siempre suelo hacer, llevaba el viaje más o menos preparado, aunque también
como casi siempre, fuimos cambiando los planes sobre la marcha. Había leído
varias opiniones de cómo organizar una visita a los pueblos de las Cinque
Terre, dejando para el final el más bonito y así avanzar de menos a más. El
tema es que no todo el mundo coincide en cuál de los cinco es el más bonito.
Para algunos Riomaggiore, para otros Vernazza o Manarola… Sinceramente, soy
incapaz de ponerles un número del uno al cinco para calificarlos porqué todos
me parecieron excepcionales y únicos. Todos tan parecidos pero cada uno con personalidad propia y algún detalle que los hace distintos.
Por
orden y desde la Spezia se encuentran Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y
Monterosso.
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Riomaggiore
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Dedicamos
día y medio a visitarlos, suficiente, pero según mi opinión algo justo si se quiere
recorrer algún tramo de la Vía Azzurra.
Los
pueblos son muy pequeños y la distancia de uno a otro es muy corta, con una
elevada frecuencia de trenes que permite que no haya demasiados tiempos
muertos.
Nos alojamos en La Spezia donde habíamos llegado desde Pisa en tren tras 45 minutos de trayecto.
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Riomaggiore |
La primera
sensación al pisar la estación de tren de La Spezia fue de que media Italia se
había puesto de acuerdo para pasar el sábado en las Cinque Terre. A pesar de
haber madrugado, nos encontramos largas colas para comprar los billetes, que, además de venderlos en las taquillas y en las máquinas, también se pueden comprar en el quiosco. Se puede adquirir la Cinque Terre Card Treno Multiservizi, que permite usar el tren todo
el día de forma ilimitada y recorrer los senderos del Parque Nacional, además de alguna
otra ventaja. Leer toda la información aquí.
Estas
tarjetas, sólo las venden en la oficina de información de las Cinque Terre, en
la misma estación (y en el resto de estaciones), pero la
cola era aún más larga.
Al
final, el problema no fue tanto como imaginábamos, ya que la compañía de
ferrocarriles Trenitalia se había preparado para la gran afluencia de turistas
que se esperaban aquellos días, y reforzaron de forma importante el servicio de
trenes. Ver horarios de los trenes locales aquí.
Primera
parada: RIOMAGGIORE
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Riomaggiore desde el mar
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Riomaggiore |
Es
el primer pueblo que encontramos viajando de sur a norte, desde la Spezia a Riomaggiore el tren tardó
menos de 10 minutos. De la estación hasta el centro del pueblo hay que atravesar el túnel que
perfora la montaña, decorado con bonitos mosaicos que representan la esencia de las Cinque Terre, el sol y el mar.
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Mosaicos en el túnel de Riomaggiore |
Tiene
unos 1700 habitantes y para muchos es el más bonito de los cinco. La calle
principal tiene una pronunciada cuesta y está repleta de pequeños comercios
donde se venden los típicos recuerdos además de los productos de la región como vino, limoncello o pasta.
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Riomaggiore |
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Riomaggiore |
En
la parte alta se encuentra la iglesia de San Juan Bautista (1340) y desde el mirador se obtienen unas excelentes vistas del conjunto de Riomaggiore. De camino hacia
allí encontramos algunos pequeños oratorios y diminutos huertos que la gente mayor cultiva ajena a la muchedumbre. A pocos pasos de la iglesia, se encuentra el castillo, una fortificación del siglo XIII junto a un excelente mirador de cara al
mar.
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Iglesia de San Juan Bautista y vista del pueblo. Riomaggiore |
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Mirador del castillo. Riomaggiore |
Caminamos
un pedacito de la Via dell’Amore pero no se puede avanzar demasiado porque está
cerrada desde hace algunos años debido a unos desprendimientos. La Via dell’
Amore forma parte de la Via Azzurra y une Riomaggiore con Manarola por la
costa. Es un tramo corto y fácil y tiene la fama de ser el más bonito.
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Via dell'Amore. Riomaggiore
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Via dell'Amore. Riomaggiore |
Nos dirigimos
hacia el pequeño puerto serpenteando por unas estrechas escaleras. En el
puerto, unas cuantas barcas, pocas, porque no caben más y desde ese punto otra
bonita imagen del conjunto del pueblo.
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Puerto de Riomaggiore |
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Riomaggiore |
Hacía
un día espléndido, por lo que decidimos aprovechar y coger un barco para ver
las Cinque Terre desde el mar. Ver horarios y precios aquí. El pequeño
embarcadero parece que esté encajado con calzador entre las rocas.
Compramos
el billete del trayecto completo, desde Riomaggiore hasta Monterosso, pasando por todos ellos. Salimos en el barco de las 12:35 y tardamos casi una hora en llegar al
último puerto. Teóricamente ese trayecto es de 45 minutos, pero en cada puerto
subía y bajaba mucha gente por lo que se retrasó un poco.
No hace falta decir
que las imágenes desde el mar merecen mucho la pena.
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Saliendo de Riomaggiore |
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Llegando a Monterosso |
Segunda
parada: MONTEROSSO AL MARE
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Monterosso al Mare |
Monterosso
tiene unos 1500 habitantes repartidos en dos núcleos bien diferenciados. Como llegamos por mar, ya entramos directamente al casco antiguo, donde se puede ver la
bonita iglesia gótica dedicada también a San Juan Bautista (1244-1307) con
una vistosa fachada decorada en mármol blanco y verde. Otros monumentos de interés son la abadía de los
capuchinos e iglesia de San Francisco (s. XVII) y algunos oratorios.
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Iglesia de San Juan Bautista. Monterosso |
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Detalle de ventanas en Monterosso |
El
panorama callejero lo completan los muchos restaurantes y pequeñas tiendas, una
imagen que se repite en cada una de las Cinque Terre. De todas formas, creo
que los comercios que mejor negocio hacen son las heladerías, nadie se resiste a probar un delicioso gelatto.
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Monterosso |
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Monterosso |
En octubre de 2011 las fuertes lluvias
provocaron graves inundaciones de las que todavía se están recuperando. En la
iglesia y en algunas tiendas se pueden ver distintas fotos en las que nos
podremos hacer una idea de la magnitud de aquel desastre.
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Iglesia de San Juan después de las inundaciones |
Tras
visitar la parte antigua, seguimos las indicaciones hacia la estación del tren,
caminando por el túnel que desemboca en la playa de Fegina, la más grande y
bonita de las Cinque Terre. Continuando hacia la izquierda, encontraremos los
restos del castillo.
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Castillo. Monterosso |
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Playa de Fegina. Monterosso |
El
paseo de la playa es muy agradable, con más comercios y restaurantes, así como
pintores y músicos callejeros que animan el ambiente.
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Vista de Manarola desde Corniglia |
La
idea era acabar el día en Vernazza, por lo que en Monterosso cogimos el tren parando primero en Manarola. La estación con el núcleo urbano también se comunican a través de un túnel, en este caso decorado con interesantes fotografías, algunas de las cuales muestran el
ingenio de sus habitantes para recolectar la uva. Los vinos de Cinque Terre
tienen buena fama y en Manarola se produce un vino dulce llamado sciacchetrà,
ideal para postre.
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Recolección de la uva en las Cinque Terre |
Primero
nos dirigimos a la Marina, donde están amarradas cuatro barcas, y desde aquí se
toma el sendero desde donde se obtienen las mejores vistas del conjunto y de sus casas colgadas.
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Manarola
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Manarola |
Tras disfrutar del momento, ya nos fuimos hasta el núcleo del pueblo y seguimos la empinada calle principal
hasta la plaza donde se está la iglesia de San Lorenzo (1338), con su campanile
separado y que probablemente en sus inicios tenía una función defensiva.
Completa la plaza un pequeño oratorio.
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Manarola |
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Campanile de la iglesia de San Lorenzo. Manarola |
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Bonita fachada en Manarola |
Seguimos dando unas cuantas vueltas por
el pueblo y regresamos de nuevo a la estación para coger el tren con destino a Vernazza, trayecto de escasos diez minutos.
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Vista de Vernazza |
La
iglesia parroquial se encuentra junto al puerto y está dedicada a Santa
Margarita de Antioquia. La leyenda dice que en ese mismo lugar se encontró una
caja de madera con los huesos de un dedo de la santa. Además de su original
campanario octogonal, su particularidad es la entrada, ya que se accede por
detrás del altar.
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Torre octogonal de la iglesia de Santa Margarita. Vernazza |
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Interior de la iglesia de Santa Margarita. Vernazza |
Tras
visitar la iglesia nos dirigimos hacia el sendero que va de Vernazza a Manarola.
La taquilla ya estaba cerrada, pero pudimos pasar sin problema para ver la
bonita imagen del puerto y la iglesia desde ese punto.
Los
campos de los alrededores están plantados de viñas y olivos, típicos cultivos
mediterráneos tan bien adaptados al paisaje.
Otra
buena panorámica se obtiene desde el castillo, especialmente las vistas de cara
al mar. El castillo (1.5€) junto con la fortaleza y el Belforte, se utilizaron para proteger al pueblo de los
continuos ataques. Desde la parte más elevada contemplamos una magnífica puesta de sol, motivo por
el cual habíamos dejado la visita de Vernazza para última hora.
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Castillo de Vernazza desde el mar |
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Puesta de sol desde el Castillo. Vernazza |
Parece
que la mayoría de la gente se queda en la plaza junto al puerto y en la calle
principal donde se concentran prácticamente todas las tiendas y restaurantes.
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Piazza Guglielmo Marconi. Vernazza |
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Puerto de Vernazza |
Si nos metemos por las callejuelas más apartadas, el ambiente es mucho más
relajado, veremos algunas calles con arcos, subiremos y bajaremos escaleras,
nos sorprenderá la ropa tendida en las ventanas y especialmente las fachadas de
colores, donde predominan los tonos granates y amarillos, como en el resto de
las Cinque Terre.
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Bonito rincón de Vernazza |
Después
de cenar y probar un par de vinos (también el dulce sciachetrà),
regresamos en tren a la Spezia.
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Vernazza |
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Vista de Corniglia |
A
las 8:30 ya estábamos en la estación de La Spezia y, a diferencia del
día anterior, nos encontrábamos prácticamente solos. Hay que tener en cuenta
que se había hecho el cambio horario aquella noche, por lo que representaban las 7:30. Además, el domingo de Pascua es un día que se acostumbra a disfrutar en
familia y quizás la gente se queda más en casa. Mientras esperábamos el tren
estuvimos charlando bastante rato con la chica de información y nos comentó que
de todas formas se esperaba mucha afluencia de turismo.
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Incipiente primavera en un rincón de Corniglia |
Habíamos
dejado Corniglia para el segundo día, con la idea de caminar el sendero que
une el pueblo con Vernazza (4km que se hacen en 1h30 aproximadamente) pero por diferentes motivos
cambiamos los planes. Siendo sincera, nos levantamos perezosos para caminar,
ese fue el principal motivo, pero en vistas del gentío que había por todas partes el día
anterior, no nos apetecía andar en procesión y decidimos que era mejor destinar unas horas para conocer un poco La Spezia.
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Corniglia |
A
las 9 ya estábamos en Corniglia y fue genial visitar el pueblo con las calles vacías. De todas formas, me dio la sensación, no sé si equivocada, de que es el
más tranquilo de los cinco, también el más pequeño y el único que no tiene acceso
directo al mar, por lo que desde la estación de tren hasta el pueblo hay que
subir la lardarina, una escalera con 33 rampas y 377 peldaños.
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Scalinata lardarina. Corniglia |
Se
va subiendo a través de pequeños huertos con viñedos, limoneros y alguna
higuera que crece como puede. Desde luego, tiene mérito trabajar estas viñas
y a pesar del precio al que se vende el vino, no sé si les salen las cuentas. La subida no se hace nada pesada ya que vamos parando para contemplar las vistas
sobre la costa, en la que se distingue Manarola a corta distancia.
Buscamos
el inicio del sendero que conduce a Vernazza y que teníamos previsto recorrer
antes del cambio de planes pero nos conformamos con disfrutar de la bonita vista general del colorido pueblo.
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Indicando el camino. Corniglia |
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Inicio del camino de Corniglia a Vernazza |
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Corniglia |
Volvimos
al centro, y las campanas de la iglesia de San Pedro empezaron a repicar anunciando la
Pascua. El jovencísimo párroco lo estaba dejando todo a punto para la celebración
de la misa más importante para los cristianos.
El lugar más animado es la plaza Largo Taragio, donde se encuentra el oratorio de los
Disciplinados de Santa Catalina (S. XVIII). Las terrazas de las cafeterías se
preparan para servir los desayunos y parece que el pueblo empieza a despertar.
Las tiendas van abriendo y como en los otros pueblos se vende vino, limones y sus productos derivados, o el pan de foccacia,
característico de Liguria.
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Largo Taragio y oratorio. Corniglia |
Calles
estrechas con los típicos arcos entre pared y pared, flores en las fachadas de
las casas, muchas de las cuales ofrecen habitaciones y prensas de vino decorando algún rincón.
Llegamos
al Belvedere, un mirador espectacular sobre la costa.
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Costa de Liguria desde el mirador. Corniglia |
Después
de disfrutar de todos los rincones de Corniglia, bajamos hasta la
estación mientras nos íbamos preguntando cuál de los cinco pueblos nos había gustado
más. Entonces fuimos incapaces de decidirnos por uno y ahora escribiendo este
resumen todavía no sabría decirlo. Quizás la perspectiva del tiempo me ayude a hacer una valoración más objetiva.
1. Si
viajáis de Pisa a La Spezia en el tren expreso, sale muy a cuenta reservar con
antelación por internet. Página de Trenitalia aquí. De esta forma, el precio del billete cuesta 15€ ida y vuelta, mientras que si se
compra en taquilla cuesta 14.5€ un solo trayecto. Además, hay que pensar que según las fechas
estos trenes van muy llenos y si esperamos a última hora quizás no
encontraremos asiento.
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Paseo de La Spezia |
2. Es aconsejable viajar a las Cinque Terre fuera de temporada alta, principalmente en época de máxima afluencia de cruceros. Aparte de disfrutar con más tranquilidad de ese lugar excepcional, evitaremos quedarnos fuera si se superan el número de visitantes previstos, dando por
hecho que se aplicarán las medidas restrictivas anunciadas.
3. Es
muy difícil aparcar por lo que, lo mejor es olvidarse del coche y utilizar el
servicio del tren que ofrece buen servicio y los desplazamientos son muy rápidos entre los cinco pueblos.
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Estación de tren de Monterosso |
4. Hacer
números para decidir si sale a cuenta comprar la Cinque Terre Card Treno
Multiservizi. No siempre sale más barato, depende de los planes de cada uno y
de cómo se organiza. De la manera que lo hicimos nosotros, nos salió mejor
comprar los billetes de tren individuales, teniendo en cuenta que utilizamos
también el barco.
5. Complementar la visita con un trayecto en barco para ver las diferentes imágenes de postal desde el mar. Información sobre precios y horarios, aquí.
6. Si
el día acompaña, ver la puesta de sol desde el Castillo de Vernazza es una buena idea.
7. Probar
los vinos de la región sin olvidar el espeso y dulce Sciacchetrà acompañado de algún dulce.
6. Si se va con la idea de hacer senderismo, comprobar primero los tramos de la Vía Azzurra que se encuentran cerrados en cada momento. Consultar aquí.
7. En
cuanto a playas, sin dudarlo la Playa de Fegina en Monterosso al Mare es la mejor, por no decir la única.
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Playa de Fegina. Monterroso |
8. Aunque los pueblos son muy pequeños y en un día bien aprovechado se pueden visitar los cinco, agradeceréis un poco más de tiempo, mínimo día y medio.
LA SPEZIA
Vistas
las Cinque Terre aprovechamos para pasear un poco por La Spezia.
Es
una ciudad de unos 95.000 habitantes y como capital de provincia dispone de
todos los servicios.
El
Corso Cavour es una larga y elegante avenida que desemboca en el puerto. En
esta zona se encuentra el Arsenal Militar con el Museo Naval, la Capitanía de Marina y otros edificios de
este estilo.
El
puerto de La Spezia es uno de los Puertos Navales más importantes de Italia y una escala de varios cruceros que
navegan por el Mediterráneo. De aquí salen también los batello que se dirigen a las Cinque Terre y a Portovenere.
Como puerto comercial presenta también una gran actividad.
Es agradable pasear junto a las barcas o
cruzar el moderno Puente de Thaon di Revel inaugurado en julio de 2016 que une
el Paseo Morin con el Porto Mirabello.
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Puente en el puerto de La Spezia
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Puente de Thaon di Revel |
El
Golfo de La Spezia se conoce como el Golfo de los poetas ya que allí vivieron y
se inspiraron importantes poetas ingleses, entre ellos George Byron.
Si damos un paseo por el centro histórico veremos la iglesia de Santa Maria Assunta, el Teatro Civico o el Castillo de San Jorge que
alberga un museo arqueológico con restos que van desde la Prehistoria hasta la
Edad Media.
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La Spezia
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Piazza San Agostino. La Spezia |
Inevitablemente,
todos los cruceros que hacen escala en La Spezia ofrecen la excursión de unas
horas a las Cinque Terre, por lo que durante la temporada alta de cruceros están desbordadas. Parece ser que las autoridades de la
región son conscientes de que no hay que matar a la gallina de los huevos de
oro y se debe proteger el territorio ante tal invasión, por lo que han decidido
poner un control sobre el número de visitantes. El pasado mes de febrero, los
periódicos lo anunciaron en varios titulares:
Freno
al turismo de masas: Italia limita los visitantes a Cinque Terre
Troppi
turisti alle Cinque Terre, "Numero chiuso su treni e sentieri"
Cinque
terre al collasso, petizione per contingentare turista
Cinque
Terre: accessi limitati dall’estate 2016
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Puerto de La Spezia |
Según dicen estas noticias, a partir de éste verano sólo podrán acceder los turistas que
previamente hayan comprado un pase a través de una aplicación que mostrará
también qué pueblos están más congestionados. Las carreteras dispondrán de unos
instrumentos que permitirán contar el número de personas que han entrado en
cada pueblo y se cerrará el acceso cuando se haya cubierto el cupo. Según
palabras del presidente del Parque de Cinque Terre, Vittorio Alessandro, es una
cuestión de supervivencia.
¿Qué
os parece la iniciativa? ¿Os parece bien que limiten la entrada de visitantes?
Que preciosidad! Es un lugar al que le tengo muchas ganas. Ya veo que vale la pena no ratear en transporte y hacer también la ruta desde el mar. Las vistas son excepcionales. El tren de la Spezia se puede comprar por adelantado pero, ¿el día soleado también? Feliz fin de semana! Hoy nos vamos a la Fira del Modernisme de Tarrasa...ya te contaré!
ResponderEliminarY tanto si vale la pena ver las Cinque Terre desde el mar!. Respecto al espléndido día soleado, sólo me llegó el presupuesto para sobornar a los de arriba para el primer día y el segundo estuvo nublado. Pero bueno, igual de bonito, el mar azul se convirtió en plata pura.
EliminarYa nos contarás qué tal la Fira del Modernisme de Terrassa. Vi algunas fotos de años anteriores y me encantaron. Pasadlo muy bien.
Un abrazo
Antes no conocia la ecistencia de Cinque Terre, pero de un tiempo a esta parte no hago mas que ver publicaciones y anuncion de esta zona. Creo que son señales para visitar muy pronto. Gracias por toda la información útil, y por mostrarnos estas imagenes tan bonitas y hacer que querramos hacer la maleta ahora mismo.
ResponderEliminarTienes razón, parece que últimamente es un destino que todo el mundo quiere conocer. Creo que desde que La Spezia es una parada importante de cruceros ha habido un boom turístico en la zona. Gracias por tu comentario. Un abrazo
EliminarHola, veig que també vàreu tornar ben enamorats de Cinque Terre. A nosaltres ens va faltar visitar Corniglia. Bé, així tenim l'excusa per a tornar-hi i poder fer la Via de l'Amore quan l'hagin reobert. Una abraçada
ResponderEliminarI tant si ens va agradar!!! Qualsevol excusa és bona per repetir. A nosaltres ens va quedar pendent fer alguna caminada i visitar Portovenere i les Illes.
EliminarGràcies pels teus consells, el teu blog em va ser molt útil.
Una abraçada
Uns poblets preciosos. Faran molt bé de controlar les visites dels turistes per no perdre aquest encant tan característic. Gràcies pels teus consells, ens aniran molt bé per si algun dia fem aquest fantàstic recorregut.
ResponderEliminarUna forta abraçada
Us agradaria molt aquest viatget, els pobles són molt bonics i Itàlia sempre és un plaer.
EliminarGràcies a tu pel comentari.
Una abraçada
Es difícil elegir, porque cada lugar tiene su propio encanto, algo que lo hace único. Por eso he renunciado a las listas, a las clasificaciones, y simplemente disfruto de cada lugar que visito. Está incluido en mi lista de destinos, pero aún tengo que buscarle fecha. Tus recomendaciones me vendrán muy bien.
ResponderEliminarA mí también me cuesta mucho cuando se trata de clasificar y más si hablamos de lugares o destinos. Considero que hay muchos factores que pueden influir en que un lugar te guste más o menos, ya sea el tiempo, el estado de ánimo, si se ha dormido mejor o peor, la hora del día, el cansancio acumulado y un largo etc... que se me hace muy difícil. Igual que tú, intento saborear cada lugar al máximo.
EliminarUn abrazo
Perdona, que me olvidaba de responder a tu pregunta: si bien estoy en contra de las excesivas reglamentaciones, sí que pienso que a veces hay que limitar la afluencia de turistas.
ResponderEliminarTodos tenemos derecho a disfrutar de los lugares hermosos y más si son Patrimonio de la Humanidad, pero quizás con más razón hay que protegerlos para evitar un desastre. Yo también estoy de acuerdo en que se regule de alguna forma.
EliminarGracias por tu comentario!
Este mes de julio viajaremos a Cinque Terre y tu post no nos ha podido venir mejor! Gracias por compartirlo con tanto detalle. Esperamos tener noticias más certeras sobre las famosas restricciones y no tener problemas a la hora de acceder.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por el comentario. Espero que os guste tanto como a nosotros.
EliminarUn abrazo
No conec aquesta zona d'Itàlia, nomes vam arribar fins a Positano, Amalfi i Capri. Les fotografies i les teves explicacions m'han fet pessigolles i ja ho tinc com un viatge que farem en el futur. Gràcies, Teresa. Un petó.
ResponderEliminarTot i que tenen tant de color com els de la Costa d'Amalfi, les Cinque Terre són poblets molt més humils, sense tanta Història ni passat gloriós però amb molt d'encant. Segur que t'encanten, estan plens de detalls que segur sabràs apreciar.
EliminarMolts petons
Me encantan las fotos, felicitaciones por el blog. Cinque Terre es un gran destino, quiero visitarlo pronto y estoy segura de que no sere decepcionada.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario! Espero que pronto puedas viajar a las Cinque Terre y que te guste tanto como a nosotros.
EliminarUn abrazo
Acabo de descubrir tu blog y me encanta!!! Qué envidia!!! Viajar es mi pasión, tiene un efecto terapéutico para mi... Cómo haces para viajar tanto?? Dime tu secreto!! En serio, felicidades por el blog. Lo consultaré sin duda para próximos viajes!
ResponderEliminarHola Lilu! Muchas gracias por tu comentario, me alegro de que lo que escribo te pueda resultar útil. Y el secreto para haber viajado tanto .... la verdad es que no hay secreto, llevo más de 30 años viajando por lo que se van acumulando experiencias con los años.
EliminarUn abrazo