A diferencia de
otros lugares donde se desarrolló la civilización maya, El Salvador no posee grandes
sitios arqueológicos como los que podemos visitar en México, Honduras o
Guatemala. Sin embargo, su joya, la Joya de Cerén, aunque carece de la
espectacularidad de los citados, es única, y su descubrimiento fortuito en el
año 1976 ha sido clave para conocer cómo vivían los mayas, la gente del campo, qué
comían, cómo cultivaban la tierra, en definitiva, cómo transcurría su día a
día.
Al igual que las ciudades
romanas de Pompeya y Herculano, la comunidad agrícola prehispánica de Joya de
Cerén fue sepultada por una erupción del Volcán Laguna Caldera hacia el año
600.
En un país tan pequeño como es El Salvador, hay 66 volcanes, de los cuales 9 siguen activos, lo que va acompañado de una gran actividad sísmica, motivos probables para que no se desarrollaran en esta zona grandes ciudades mayas.
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Temazcal |
En un país tan pequeño como es El Salvador, hay 66 volcanes, de los cuales 9 siguen activos, lo que va acompañado de una gran actividad sísmica, motivos probables para que no se desarrollaran en esta zona grandes ciudades mayas.
En 1993 la UNESCO incluyó la
Joya de Cerén en la lista del Patrimonio de la Humanidad, el único que posee El
Salvador hasta el momento.
Sobre el nombre de Joya de Cerén he leído dos versiones. En castellano antiguo, una joya es un valle pequeño y fértil, rodeado de terreno
accidentado. La segunda versión es que el nombre de joya lo toma por la importancia arqueológica del sitio. Cerén es el apellido de la familia propietaria de la hacienda cuando tuvo lugar el descubrimiento.
Árbol del Cacao |
Se encuentra en el Valle de
Zapotitán, una de las zonas más fértiles del país, y formaba parte de la
hacienda San Andrés, un enorme latifundio al que también pertenecía el cercano
yacimiento de San Andrés, el cual ha mantenido el nombre.
Se sabe que San Andrés fue
una capital de región con más de dos kilómetros cuadrados, pero aunque se
desconoce la dimensión real de Joya de Cerén, parece que se trataba de una
comunidad pequeña de agricultores que dependía de la primera, comunicados ambos
lugares por el Río Sucio.
DESCUBRIMIENTO DE LA JOYA DE
CERÉN
En 1976, un organismo
gubernamental, el IRA (Instituto Regulador de Abastecimientos), inició un
proyecto de construcción de grandes silos para almacenar cereales. En el
aparcamiento se pueden ver grandes circunferencias que corresponden al lugar
donde iba cada silo.
Circunferencia que indica el lugar donde iba uno de los silos |
Mientras se realizaban los
trabajos, un tractor se encontró con una estructura de barro enterrada
a 4 metros de profundidad. En principio no se atribuyó a unos restos mayas sino
a una época posterior. Fueron los resultados de los análisis de carbono-14 los
que determinaron que el hallazgo correspondía a una estructura del Período
Clásico Tardío (600–900 dC) la cual se había conservado bajo varias capas de
lava de 4 a 8 metros de espesor. Por ese motivo, se suele llamar a la Joya de
Cerén, la Pompeya de América.
A diferencia de la ciudad
italiana, hasta el momento no se han descubierto víctimas humanas, posiblemente
porqué la erupción empezó con una serie de terremotos, un aviso que dio
suficiente tiempo a la población para
poder escapar.
En 1979 se excavó la primera
estructura, donde se encontraron algunos utensilios, como una vasija con
frijoles.
Las cosas iban despacio y en
1989 el Dr. Sheets y su equipo descubrieron tres estructuras nuevas.
En 1993 se inauguró el
Parque Arqueológico Joya de Cerén.
No se conoce la dimensión
que puede tener, se cree que se ha excavado sólo un 2% del área total que
podría abarcar unas 5 hectáreas.
MUSEO
Es interesante hacer una visita al pequeño
museo donde, además de poder observar los diferentes objetos encontrados en las
excavaciones, se pueden aprender varios aspectos sobre la vida en la aldea.
Entre lo que más me llamó la
atención:
Varias piezas de cerámica,
entre ellas unos braseros que las clases altas utilizaban para hacer
ofrendas. Consistía en hacerse un corte en los genitales y quemar la sangre
dentro del recipiente para ofrecérsela a los dioses.
Semillas de café, cacao y frijoles
carbonizados.
La marca de una huella que
nos da una idea de la estatura que tenían.
ESTRUCTURAS
En un principio se podía
caminar junto a las diferentes estructuras, pero debido a la fragilidad que
presentan ya no está permitido y se han habilitado unas pasarelas para poderlas
ver desde un nivel superior. Le resta un poco de encanto pero lo encuentro una
decisión acertada si se trata de protegerlas mejor.
El recinto se divide en
cuatro áreas que conservan diferentes estructuras las cuales están numeradas en
el orden correlativo de su descubrimiento, es decir, la Estructura 1 fue la
primera en ser excavada.
En el área 1 se pueden
observar diferentes estructuras que habrían formado parte de un hogar: la
vivienda, cocina, bodega o granero y unos bancales con su sistema de drenaje,
en los que se cultivaba maíz.
Los cultivos llegaban hasta
la puerta de las casa y podían incluir frijoles, maíz, calabaza, yuca, algodón,
cacao, agave, guayaba, chile y pocos productos más.
CASA, BODEGA, COCINA Y
BANCALES DE CULTIVO
La Estructura 1 (área 1) se
trata de una casa. Está en mal estado ya que gran parte fue destruida por la
máquina que realizaba las excavaciones. Consiste en una base con columnas de
barro en las esquinas y dispone de una banqueta de piedra que habilitada con
algún tipo de colchón servía de cama la cual ocupaba la mitad de la única
habitación. El hogar de la familia se completaría con la bodega (Estructura 6)
y cocina (Estructura 11).
En la Estructura 6 se
encontraron varias vasijas (que se utilizaban para guardar grano), mazos,
herramientas de obsidiana y los restos de un pato atado que se conserva en el
museo, así como varios ratones. En una esquina se puede apreciar el hoyo que
habría provocado el impacto de una bomba volcánica.
La Estructura 11 consiste en
una construcción circular que servía de cocina. En el interior, las tres
piedras típicas del hogar mesoamericano. En la cocina también se encontraron
vasijas, recipientes de morro (jícaras) pintados y otros objetos cotidianos.
Era habitual que en las
cocinas se produjeran incendios por ese motivo estaban prudencialmente
separadas de los dormitorios.
Cocina (Estructura 11) junto a los bancales de cultivo. Al fondo, la Estructura 1 |
COMPLEJO RELIGIOSO: CASA DEL CHAMÁN Y CENTRO CEREMONIAL
Estructura 12 (área 1): CASA DEL CHAMÁN
Es única por conservar una
interesante ventana de celosía y restos de pintura mural. Tiene dos
habitaciones a una de las cuales (la que tiene la ventana con celosía) se
accedía por una especie de laberinto. Se ha supuesto que en esta habitación el
chamán o curandero prestaba sus servicios.
Es una de las mejor
conservadas.
Estructura 10 (área 1)
Estructura 10, Centro ceremonial |
La Estructura 10 fue utilizada para realizar ceremonias y festejos en la aldea. Por todo el material encontrado se cree que participaba toda la comunidad, a diferencia de la casa del chamán donde se prestaba un servicio individualizado.
Las Estructuras 10 y 12 formaban pues un complejo religioso al este del complejo doméstico 1, en el punto más alto de la aldea con vistas al río
Los aldeanos en Joya de Cerén quemaban incienso de copal en cada casa para contactar lo sobrenatural y tenían un edificio dedicado a producir rituales aldeanos asociados con la cosecha de maíz, fertilidad y ciclicidad. También tenían un edificio dedicado a la adivinación, donde ellos podían aliviar sus ansiedades sobre el futuro en una base individual.
CASA COMUNAL
Estructura 3 (área 3):
Se trata de la construcción más grande de las que se encuentran excavadas hasta el momento. Es de planta es rectangular y gruesas paredes, con puerta de entrada en un lateral. Las puerta es pequeña, lo que hace pensar que no medirían más de 1.60 metros, lo que coincide con la medida de la huella del pie encontrada.
Se divide en dos
habitaciones con dos camas en una de ellas.
Se encontró con un gran
techo de zacate (paja) carbonizado que cubría las dos estancias.
Estructura 3, casa comunal |
El lado izquierdo está muy
dañado por la pala de una de las máquinas que estaban llevando a cabo las
excavaciones.
Se piensa que podría haberse
utilizado como una casa comunal donde las personas importantes de la aldea
acudían a discutir los diferentes temas que afectaban a la comunidad. En este
edificio se encontraron pocos utensilios, únicamente una vasija y un cuenco que
probablemente se usaban para servir bebidas.
BODEGA
Estructura 4 (área 4):
Es interesante porqué se ve
claramente el nivel bajo el suelo con los diferentes estratos. Su forma y construcción hace pensar
que en un principio se usó como habitación y posteriormente como bodega.
Estructura 4, bodega |
En su interior se
encontraron vasijas, una piedra de moler, navajas de obsidiana, un hacha de
jade, agujas de hueso, el esqueleto del ratón que se conserva en el museo,
semillas de algodón, chile, cacao, maíz, calabazas y frijoles, así como los
restos de una canasta grande que se utilizaba para almacenar mazorcas de maíz.
Posiblemente esta bodega formaba parte de un conjunto doméstico.
Bodega |
Estructura 9 (área 2):
Las Estructuras 2 y 7 pudieron formar un pequeño grupo doméstico, la 2 identificada como vivienda y la 7 como bodega por la cantidad de objetos encontrados.
Estructura 2 |
Muy interesante es el temazcal, el baño de purificación. La puerta era muy baja, así se conservaba mejor el calor en su interior a la vez que obligaba a entrar agachado, una manera de mostrarse inferior ante las divinidades mayas. El vapor se producía con la piedra volcánica caliente y añadían esencias aromáticas y un pequeño agujero en el techo ventilaba la pequeña estancia. Cabían unas 6 personas que estaban sentadas con las piernas cruzadas. Esta especie de saunas eran comunes en las casas mayas y se han encontrado restos de temazcales en otras excavaciones mayas pero el de Joya de Cerén es el ejemplo prehispánico mejor conservado.
Estructuras 2, 7 y 9 (temazcal) al fondo |
En el exterior de las áreas arqueológicas se ha reconstruido un temazcal a escala real y se puede acceder a su interior para imaginar cómo se purificaban los mayas.
Reproducción de un temazcal |
Interior del temazcal |
Dónde se encuentra:
kilómetro 35 de la carretera a San Juan de Opico (Departamento de La Libertad).
Cómo llegar:
En bus desde San Salvador (Terminal de Occidente):
Ruta 201 ó 202 con destino a Santa Ana o Ahuachapán.
Ruta 108 con destino a Opico.
Nosotros contratamos un taxi para ir a Joya de Cerén y a San Andrés.
Hay varias agencias turísticas que ofrecen esta excursión combinada.
Precio entrada: 3.5$
Horario: De martes a domingo
de 9am a 4pm.
SITIO ARQUEOLÓGICO DE SAN
ANDRÉS
Tras visitar la Joya de
Cerén nos fuimos al sitio arqueológico de San Andrés ya que se encuentran muy
cerca uno del otro. La hacienda de San Andrés se dedicaba principalmente al
cultivo del cual se obtenía el índigo o añil, un tinte natural que dio gran
riqueza a la zona.
El primer proyecto de investigación arqueológica lo llevó a cabo John Dimick en 1940 a pesar de conocer su existencia desde el siglo XIX. La familia propietaria de la hacienda, autorizaba a los investigadores a hacer sus trabajos así como permitía la entrada a la finca a los primeros turistas que tenían curiosidad por el lugar.
Cuando Joya de Cerén quedó
sepultada por la erupción volcánica, San Andrés era ya una capital de región
medianamente importante pero tanto San Andrés como el resto de centros del
Período Clásico Tardío que exixtían en la zona que ocupa actualmente El
Salvador, fueron abandonados entre el 850 – 900 dC.
Fue uno de los mayores
centros prehispánicos de El Salvador y consistía en un área monumental rodeada
por una zona residencial de la cual se ha excavado muy poco.
El área monumental está
compuesta por un complejo de pirámides que forman la Acrópolis (Estructuras
1,2,3 y 4) junto a la Gran Plaza en el lado norte y algo alejada la estructura
5, que se conoce como Cerro Campana, la mayor pirámide del complejo.
Maqueta de la Plaza Central y Estructuras 1, 2, 3 y 4 |
Sólo los nobles y los que
tenían el poder político y religioso podían acceder a la Acrópolis. Sus
pirámides están orientadas a los puntos cardinales y se cree que delante de
cada una de ellas había un altar.
Posiblemente alguna de las
pirámides encierra las tumbas de los gobernantes.
La Acrópolis cubre una plaza
abierta que en algún momento los mandatarios del lugar hicieron rellenar con
ladrillos de adobe para convertirla en un lugar elevado. En la escalinata de la Estructura 3 se observan los ladrillos del relleno pudiendo apreciar el nivel
base ya que nos encontramos en un nivel superior.
Desde aquí, un túnel conecta
con la Campana, túnel que utilizaba el chamán para hacer “magia”,
desapareciendo en un lugar y apareciendo en el otro.
En este punto fue donde se
encontró un cráneo humano con incrustaciones de jadeíta en los dientes,
posiblemente un enemigo de alto rango que tuvo el “privilegio” de ser
sacrificado en este lugar.
Dichas pirámides se ampliaban
superponiendo una capa sobre la anterior, a medida que iban reinando los
sucesores de los mandatarios. La más importante es la Estructura 1 en la cual
se distinguen tres etapas de construcción.
Incrustaciones de jadeíta en los dientes |
Estructura 7, la Campana |
En el centro de la Acrópolis,
en la Gran Plaza, hay un altar de ofrendas y sacrificios, donde hoy en día se
siguen haciendo rituales algunos días del año. Uno de los chamanes (que por
cierto vivió en Palencia) tiene una tienda de artesanía en el recinto de San
Andrés y estuvimos un buen rato charlando con él.
Las investigaciones de John
Dimick han encontrado relaciones entre San Andrés y Copán, a pesar de que Copán
era mucho más grande e importante. Ambos poseen una Acrópolis rectangular con
la Gran Plaza en el lado norte y una pirámide que destaca en el extremo
noroeste. También se ha encontrado cerámica policromada muy parecida en ambos
sitios. Podría haberse dado el caso que el primer gobernante de San Andrés
procediera de Copán o que se hubiera realizado algún matrimonio entre un
gobernante de San Andrés y la hija de uno de Copán. El misterio ahí queda.
El lugar, aunque carece de
edificios espectaculares, tiene mucho encanto. Es todo muy verde y tranquilo y
está rodeado de grandes árboles de cacao, café, ceibas (el árbol sagrado para
los mayas, que representaba la conexión entre los dioses y la Tierra), plantas
de jiquilete (de la que se obtenía el añil), o el árbol de morro (jícara), del
cual los salvadoreños elaboran la horchata de morro.
Se pueden ver también los
restos de las antiguas instalaciones donde se obtenía el añil.
Dónde se encuentra:
kilómetro 32 de la carretera a Santa Ana (Departamento de La Libertad).
Cómo llegar:
En bus desde San Salvador (Terminal de Occidente)
Ruta 201 ó 202 con destino a Santa Ana o Ahuachapán.
Nosotros contratamos un taxi para ir a Joya de Cerén y a San Andrés.
Hay varias agencias turísticas que ofrecen esta excursión combinada.
Precio entrada: 3.5$
Horario: De martes a domingo
de 9am a 4pm.
Como bien dices, no tiene el renombre de las grandes poblaciones maya, pero no se queda atrás en importancia.
ResponderEliminarMe ha encantado la visita que nos has regalado. Gracias, Teresa.
Un petó.
Joya de Cerén no se debe comparar con los grandes sitios mayas, es una visita que se complementa con aquellos y que nos ofrece otro punto de vista y la posibilidad de conocer cómo se vivía en una pequeña aldea.
EliminarUn abrazo
Unes ruïnes molt interessants, unes verdaderes joies. És curiós que en aquella època ja feien servir la sauna, per purificar-se
ResponderEliminarUna forta abraçada
Crec que tant els banys com les "saunes" són característics de moltes civilitzacions, ja sigui com a forma d'esbarjo o com a ritual. És curiós veure com es van repetint els mateixos patrons en diferents parts del món.
EliminarUna abraçada
Realmente muy interesante porque son muy pocos los restos mayas "civiles" que han llegado a nuestros días y, en este caso, una desgracia lo propició. Me he quedado sorprendido también con los dientes con incrustaciones de jadeíta, que entiendo que se harían en vida y como decoración, ¿no?
ResponderEliminarMe gustó tanto ver las diferentes estructuras como los objetos que se muestran en el museo, donde se puede aprender mucho sobre la vida cotidiana de aquellas gentes. Lo de las incrustaciones en los dientes creo que era habitual entre los mayas, también lo vimos en el museo de Copán Ruinas. Espera, que todo vuelve ;)
EliminarPues sí, porque tengo una buena amiga que tiene una especie de diamantillo incrustado en uno de los incisivos superiores.
EliminarNo conocía ninguno de los dos lugares, así que formo parte de esos turistas que mencionas al final. Es tan grande el mundo, y hay tanto que ver, que solemos centrarnos en lo más publicitado, dejando de lado otros lugares igualmente interesantes. Me lo apunto, junto con Nicaragua, que ya veo que también la recomiendas.
ResponderEliminarHola Tawaki. Es conocido el grave problema que tiene El Salvador con la inseguridad y hasta que no lo solucionen, los turistas que acudirán serán contados. El país es muy bonito y la gente encantadora pero viven obsesionados por el temor a las bandas, las conocidas maras. Cuando me refiero a que el mundo del turismo no tiene en cuenta a El Salvador, lo digo más pensando en los tour operadores que en el turismo individual. El chico que nos hizo de guía en Joya de Cerén y San Andrés tiene una pequeña agencia que intenta sacar adelante. Se ha puesto en contacto con varias agencias españolas y ni siquiera le responden, a nadie interesa llevar grupos a El Salvador, como es lógico las empresas no quieren problemas. Ya te digo, una pena.
EliminarUn abrazo